miércoles, 9 de enero de 2008

VI. Ultimamente

Ultimamente pienso a menudo en ir a la ferretería y comprar un par de metros de manguera.

Vivíamos en una casa muy pequeña pero con una terraza enorme, era tan grande que podías montar en bicicleta, tanto que mi padre solía poner una piscina hinchable en verano, que hacíamos fiestas de cumpleaños en ella y comíamos tortilla de patatas en mesas plegables de camping. Yo aprendí alli a montar en bici, a nadar aprendí en un río de verdad.

Teníamos una manguera para llenar la piscina, era bastante larga y yo solía delimitar con ella un espacio que decía que era mi casa, mi propio pequeño hogar al aire libre, el lugar donde nadie podía entrar y de donde yo misma no quería salir. Era una mierda estúpida pero yo tenía 11 años y aquello era tan cierto entonces como absurdo ahora.

Ultimamente pienso a menudo en encerrarme en el garage.

Nuestra segunda casa era mucho más grande y tenía un pequeño jardín. También teníamos dos baños lo cual, siendo cuatro hermanos era más que una necesidad, podíamos comer en la cocina y mi padre aparcaba el coche en el garage.

Se suponía que cambíabamos de vida, aquel era un barrio mejor, "el barrio de los ricos", según todas mis amigas, "el barrio de los coñazos", según yo misma. No sé porqué pero nunca me adapté a aquel sitio, no hice ni una sola amiga allí y todos los momentos que viví en sus calles fueron momentos miserables.

Ultimamente pienso a menudo en meter la manguera por el tubo de escape del coche.

Aprendí a conducir por pura necesidad, vivir en aquel sitio alejado, a una hora de autobuses y metros de todo lo que conocía, era más de lo que podía soportar. Asi que, después de un año apuntada pero sin aparecer por la autoescuela, me saqué el carnet en mes y medio.

Mi primer coche fué uno prestado; segunda mano, muchos kilómetros y pocos cuidados, diesel, poco motor y mucho ruido.... Pero me encantaba. Con el conocí Madrid por fuera, el Madrid de encima del metro, de las calles anchas, laberintos estrechos, Castellana, Ciudad Universitaria, el atasco en la M-30, los semáforos al otro lado de la línea... Con él me perdí por primera vez en la Casa de Campo, y las putas se ponían delante suya buscando un cliente y le escupían después al ver que detrás del volante solo estaba yo.

La falsa sensación de seguridad, los kilómetros en silencio, las busconas, las gasolineras heladas y sucias, la prisa por llegar, la miseria de la vida. El día que me dieron el carnet me dieron un pasaporte al futuro.

Ultimamente pienso a menudo en llevar la manguera desde el tubo de escape hasta la ventanilla.

Desde entonces nunca más volví a viajar en tren. Se acabó el esperar la cola para sacar un billete, cargar con una maleta hasta un asiento compartido con desconocidos, marearme con el vaivén suave y monótono, llegar al destino abotargada para coger un taxi y vomitar al fin en el baño de un lugar cualquiera en el que no debería.

Se acabó la charla intrascendente con el compañero de asiento, buscar el billete con nervios de delincuente al llegar el revisor, intentar leer basura de moda, beber coca-colas light en la versión más triste de una barra de bar que en el mundo ha habido.

Se acabó intentar no mearte encima en un váter asqueroso y mixto, apoyar tu cara en una tapicería de asiento que ha visto tantas pieles sudorosas que te mareas aún más tan solo de pensarlo, se acabó el olor a rancio, a cerrado, a maleta vieja de todos los trenes... Se acabó todo lo malo, creí.

Ultimamente pienso a menudo en encerrarme en el coche y encender la llave de contacto.

10 comentarios:

Tony Fuentes dijo...

Me alegro de volver a verla por aquí, de que le haya gustado mi relato, de que haya vuelto a escribir y yo la haya leído.

Su texto, genial. Me encantan esos apuntes postmodernos..."Últimamente pienso a menudo en..." Influencia de Palahniuk o cosa mía?

En fin, lo dicho. Que me alegro mucho de que hayas regresado.

Anónimo dijo...

Ya sólo por este párrafo merece la pena el relato y el blog:

"La falsa sensación de seguridad, los kilómetros en silencio, las busconas, las gasolineras heladas y sucias, la prisa por llegar, la miseria de la vida. El día que me dieron el carnet me dieron un pasaporte al futuro."

Coincido con que el relato tiene un aire muy Palahniuk, es decir, muy de mi agrado.

Muy bueno, te enlazo

Ciao

*LaDy SiSiaK* dijo...

jejeje el caso está querida mía que un coche te ofrece demasiadas preokupaciones, tantas como las de tener una pareja... pero lo que más me ha sorprendido es, cómo demonios puedes tener un coche exclusivamente para tí siendo cuatro hermanos. A la voz de la experiencia me uno y te digo, que este es el motivo por el cual nunca tendré coche.

Besukos!!!

Pain dijo...

t.ford, he leido a Palahniuk, "quien no"... El hecho de que algo que yo haya escrito te recuerde a él es todo un halago que no merezco pero que te agradezco muy especialmente.

No obstante tu gusto por leerme es la otra cara de una misma moneda ya que a mi me encanta leerte a ti, me resultas diferente y sorprendente, dos bienes escasos en mi mundo.

Solo una cosa... tutéame ;)


rober ray , gracias a ti también nuevamente por la referencia a Palaniuk. Ya quisiera yo tener tan solo un 10% de su talento y un 20% de sus recuerdos...

Con tu permiso te enlazo yo también.


*lady sisiak* , en parte estoy de acuerdo contigo, un coche es caro, dificil de mantener y puede dejarte tirado en cualquier momento como una pareja. Al menos puedes elegir su color y entre gasolina o diesel... es más de lo que puede decirse en un novio ;)

Mi primer coche fue prestado, era de un amigo que estaba a su vez sacándose el carnet aunque sin mucho éxito, y mientras lo conseguía confió en mi... Sorprendente pero cierto :)

Anónimo dijo...

Gran texto.

Anónimo dijo...

Venía a agradecerte tu visita y el enlace. Yo, en cuanto me ponga de nuevo (el mes que viene) te invitare a formar parte de mi micro mundo “gente de puta madre + IVA” lo puedes visitar en la columna lateral. Y aunque no tenga mucho tiempo para visitarte (trabajo, dos niñas pequeñas, mas trabajo y más trabajo…) Mirare de ir pasándome a verte.
Un besazo y bonito texto, triste pero muy bonito.

PARANOICO ILUSIONISTA dijo...

He llegado hasta aquí y me he quedado con la boca abierta...ya la cierro. Brutal el texto, buenísimo, me encantó.
Un saludo

panterablanca dijo...

Estoy de acuerdo con los demás. Es muy bueno este texto.
Gracias por enlazarme, y sobre todo, gracias por tus palabras de aliento en mi blog. En momentos así siempre se agradecen.
Besos.

panterablanca dijo...

Yo también te he enlazado, querida. Besos felinos.

Pain dijo...

la navaja en el ojo muchas gracias por tu visita :)

hasta los cojones gracias también a ti por venir. Me encantará visitar tu gente de puta madre + iva :)

paranoico ilusionista espero que el haberte causado una impresión tan fuerte no sea un obstáculo para que regreses alguna vez... ;)

panterablanca, gracias a tí por dejarnos descubrirte poco a poco. Sin duda algo grande.

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